Cuando uno se conoce a sí mismo, cuenta con las herramientas necesarias para tomar el control de su vida. Cuando se presentan problemas entonces, confiamos en que podremos enfrentarlos exitosamente. La clave en estos casos está signada por:
La serenidad: para comprender el problema, analizar posibles soluciones, compararlas y sopesar los recursos disponibles
El optimismo: para confiar en nuestro plan y en nuestras decisiones, que hemos analizado de acuerdo a nuestras propias opiniones y al conocimiento que tenemos de nosotros mismos
La perseverancia: para no desmoronarnos ante las primeras dificultades que sin duda se presentarán y que no tienen por que ser una augurio de fracaso sino de un ciclo de aprendizaje