¿Cuáles son nuestros objetivos? Responder a esta pregunta nos permitirá construir un camino adecuado para lo que realmente queremos hacer de nuestra vida. Elaborar un plan, es mirar al futuro con optimismo. Es comprender que el éxito no se consigue por azar ni por herencia... sino que simplemente depende de nuestras capacidad para saber hacer en función de lo que queremos lograr.
Animarse a generar un proyecto implica poner el marcha nuestra confianza en lo que podemos hacer, desarrollando la creatividad sin temor al fracaso o la traspié.
Es importante reflexionar siempre ante la toma de decisiones, estudiar en profundidad los riesgos y ajustar el plan a nuestro objetivo final, sin descuidar el contexto general e incluso considerar alternativas... así, tendremos razones más que suficientes para confiar en nosotros mismos y avanzar hacia el éxito.
Para innovar es necesario vivir el presente intensamente e imaginar el futuro. Esto nos permite proyectar hacia adelante en modo en que un plan puede adecuarse a nuestros objetivos. Relativizar el pasado y concentrarse en los problemas actuales es una buena medida para sostener el entusiasmo y perseverar.