A los 56 años, instalado en Crotona, una ciudad griega, Pitágoras se casó con Teano, mujer extraordinaria junto a quien fundó una Hermandad de características religiosas, filosóficas, políticas y científicas. La pareja predicó la tolerancia y la apertura hacia los otros.

Según el relato de Henriette Chardak que bucea entre hechos y leyendas, la historia de Pitágoras y Teano, es una historia de amor apasionado entre la joven discípula y el genial maestro. Teano, hija de Milón de Trotona, hombre rico y famoso luchador que había sido campeón en varías olimpíadas, era sacerdotiza antes de conocer al maestro y probablemente ejerció un rol decisivo en la vida de este matemático inmortal.

Pitágoras y Teano tuvieron cuatro hijos (Damo, Arignote, Myia y Telauges). Tras la muerte de su esposo, amante y maestro, Teano se ocupó de la Academia que habían fundado y confió a una de sus hijas, Damo, la tarea de conservar y mantener en secreto los escritos de su padre. Como científica, su aporte es un homenaje que complementa el legado de Pitágoras: se interesó por la física, la medicina y la pedagogía y destacó en matemáticas por sus trabajos sobre la proporción aurea.

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por Galadriel Noldor