(Relato Anónimo)
Un ángel apareció y le dijo: "¿Por qué pones tanto tiempo en ésta?"
Y El Señor contestó: "¿Has visto mi Hoja de Especificaciones para ella?"
Solamente dos manos... ¡Imposible!... Es demasiado trabajo para un día... Espera hasta mañana para terminarla.
No lo haré, protestó el Señor. Estoy tan cerca de erminar esta creación que es favorita de Mi propio corazón. Ella se cura sola cuando está enferma.Y puede trabajar días de 18 horas.
El ángel se acercó más y tocó a la mujer.
Pero la has hecho tan suave, Señor
Es suave - dijo Dios- pero la he hecho también fuerte. No tienes idea de lo que puede aguantar o lograr.
¿Será capaz de pensar? - preguntó el ángel.
Dios contestó:
El ángel entonces notó algo y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer.
Señor, parece que este modelo tiene una fuga... Te dije que estabas tratando de poner Demasiadas cosas en ella
Eso no es ninguna fuga... es una lágrima - lo corrigió El Señor.
Para qué es la lágrima - preguntó el ángel.
Y Dios dijo:
Esto impresionó mucho al ángel:
¡Lo es!
La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres.
Aguantan dificultades, llevan grandes cargas, pero tienen felicidad, amor y dicha.
Sonríen cuando quieren gritar.
Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas.
Luchan por lo que creen.
Se enfrentan a la injusticia.
No aceptan "no" por respuesta cuando ellas creen que hay una solución mejor.
Se privan para que su familia pueda tener.
Van al médico con una amiga que tiene miedo de ir.
Aman incondicionalmente.
Lloran cuando sus hijos triunfan y se alegran cuando sus amistades consiguen premios.
Sufren pero son fuertes y cuando piensan que ya no hay más fuerza, saben que un beso y un abrazo pueden ayudar a curar un corazón roto.
Sin embargo, hay un defecto en la mujer: Suele olvidar cuanto vale.